El encuentro de Praga ha concluido con un mensaje de los obispos participantes que, del 10 al 12 de febrero, se han reunido a puerta cerrada para analizar el documento final de estas jornadas, una nota que se publicó el día 9.
Los obispos del continente europeo se comprometen a seguir desarrollando «una Iglesia sinodal» de acuerdo con las indicaciones del Papa Francisco y definen estas sesiones en Praga como «una experiencia profundamente espiritual y verdaderamente sinodal».
«La escucha mutua, el diálogo fecundo, el relato de cómo nuestras comunidades eclesiales han vivido la primera fase del proceso sinodal y se han preparado para esta cita continental, son el signo claro de la pertenencia única a Cristo», aseguran los presidentes de las 39 Conferencias Episcopales que han participado en los trabajos.
En su nota final, agradecen la participación de todos y la franqueza y respeto con el que se han compartido las distintas sensibilidades.
«Como fruto de esta experiencia sinodal, los obispos nos comprometemos a seguir viviendo y promoviendo el proceso sinodal en las estructuras y en la vida de nuestras diócesis», destacan. Por ello, reiteran su intención de seguir caminando juntos como pueblo Santo de Dios «por las calles de Europa para proclamar la alegría del Evangelio que viene del encuentro con Cristo». «Queremos trabajar para ensanchar el espacio de nuestras tiendas, para que nuestras comunidades eclesiales sean lugares donde todos se sientan acogidos», concluyen.
En estos días en Praga se han dado cita unos 200 participantes, 156 delegados de las 39 Conferencias Episcopales de Europa y 44 invitados por el Consejo de Conferencias Episcopales de Europa. A estos se sumaron 270 delegados online. La Asamblea se celebró del 5 al 9 de febrero y se cerró con este documento que los obispos analizaron del viernes 10 de febrero al domingo 12. En los próximos días la Secretaría del Sínodo publicará un documento más extenso que resumirá los trabajos de estas jornadas.
