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Gracias que se obtienen el Domingo de la Misericordia

Gracias que se obtienen el Domingo de la Misericordia

El día de la Fiesta de la Divina Misericordia es el único día del año con doble indulgencia plenaria.

¿Qué debes hacer?
1) Confesarte y mantenerte en estado de gracia.
2) Asistir a la Misa EL DOMINGO 8 DE ABRIL DEL 2018 *Fiesta de la Divina Misericordia*
3) Comulgar.
4) Ofrecer tu comunión por las Intenciones del Santo Papa Francisco y las necesidades de nuestra Santa Iglesia.
5) Rezar las siguientes 3 oraciones:
1 Padre Nuestro,
1 Ave María
y 1 Gloria.

¿Cuáles son los regalos que recibirá tu alma en la Fiesta de la Divina Misericordia?✨
1) La Indulgencia Plenaria sobre todos tus pecados, tus culpas y tus penas temporales.
2) Un mar de gracias para tu alma que brotan del manantial
de la Misericordia.

Esta conmemoración fue instituida en el año 2000 por San Juan Pablo II.

"Es importante que acojamos íntegramente el mensaje que nos transmite la palabra de Dios en este segundo domingo de Pascua, que a partir de ahora en toda la Iglesia se designará con el nombre de ‘domingo de la Misericordia divina' (...) Cristo nos enseñó que ‘el hombre no sólo recibe y experimenta la misericordia de Dios, sino que está llamado a usar misericordia' con los demás: ‘Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia' Y nos señaló, además, los múltiples caminos de la misericordia, que no sólo perdona los pecados, sino que también sale al encuentro de todas las necesidades de los hombres. Jesús se inclinó sobre todas las miserias humanas, tanto materiales como espirituales", dijo el Papa Polaco el 30 de abril del año 2000, segundo domingo de Pascua y fecha de la canonización de Santa Faustina Kowalska, "Apóstol de la Misericordia".

Varias son las gracias que se obtienen en el Día de la Misericordia y mediante la devoción a la Misericordia Divina, tal como lo aseguró Nuestro Señor a Sor Faustina, como ella lo relata en su Diario: "Con esta imagen colmaré a las almas con muchas gracias. Por eso quiero que cada alma tenga acceso a ella".

La imagen, que fue revelada por Nuestro Señor a la santa polaca, muestra dos rayos que manan del Corazón de Jesús: "El rayo pálido simboliza el Agua que justifica a las almas. El rayo rojo simboliza la sangre que es la vida de las almas (...) Bienaventurado quien viva a la sombra de ellos", cuenta Faustina en su Diario.

En una revelación, ocurrida en febrero de 1931, Jesús dijo a la santa: "Quiero que esta imagen (...) sea bendecida con solemnidad el primer domingo después de la Pascua de Resurrección; ese domingo debe ser la Fiesta de la Misericordia".

Dijo también Nuestro Señor, según relata Sor Faustina: "Deseo que la Fiesta de la Misericordia sea un refugio y amparo para todas las almas y, especialmente, para los pobres pecadores".

Cristo también reveló a Sor Faustina: "Quien se acerque ese día a la Fuente de Vida recibirá el perdón total de las culpas y de las penas (...) Ese día están abiertas las entrañas de Mi misericordia. Derramo todo un mar de gracias sobre aquellas almas que se acerquen al manantial de Mi Misericordia (...) que ningún alma tenga miedo de acercarse a Mí, aunque sus pecados sean como escarlata".

"No encontrará alma ninguna justificación hasta que no se dirija con confianza a Mi misericordia, y por eso el primer domingo después de la Pascua ha de ser la Fiesta de la Misericordia. Ese día los sacerdotes deben hablar a las almas sobre Mi misericordia infinita", explicó Nuestro Señor.

Jesucristo también confió a Sor Faustina la devoción a la Coronilla de la Divina Misericordia, dando varias promesas a quien rece con frecuencia esta oración. Ellas son:

A través de la Coronilla se obtendrá todo lo que se pide, si ello está de acuerdo con la voluntad de Dios.

Quien ore con ella obtendrá gran misericordia, sobre todo en la hora de la muerte, y los sacerdotes la recomendarán a los pecadores como última tabla de salvación. Como lo dice el mismo Jesús: "Defenderé como Mi propia Gloria a cada alma que rece esta Coronilla en la hora de la muerte, o cuando los demás la recen junto al agonizante, quienes obtendrán el mismo perdón".

Hasta el más pecador de los pecadores que rece la Coronilla una sola vez recibirá la gracia de la Misericordia infinita.

Modo de rezar la Coronilla de la Divina Misericordia

La Coronilla de la Divina Misericordia se reza con un rosario. Se comienza orando el Padre Nuestro, el Ave María y el Credo. Después, en las cuentas que corresponden al Padre Nuestro, se dicen las palabras: "Padre Eterno, Te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y los del mundo entero". Y en las cuentas que en el rosario tradicional corresponden a las Aves Marías, se repite la siguiente invocación: "Por su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero". Para terminar luego con la plegaria: "Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero".

La Coronilla se ora en cualquier momento del día para obtener las gracias de Dios, pero especialmente a las 3:00 de la tarde, la Hora de la Misericordia, como lo diría el mismo Jesús: "A las 3 de la tarde implora mi Misericordia especialmente para los pecadores y, aunque sea por un momento, contempla mi Pasión; sobre todo el abandono en el momento de mi agonía. Esta es la hora de la gran Misericordia para todo el mundo. En esta Hora no negaré nada al alma que lo pida por los méritos de mi Pasión".

Diario de las Revelaciones:
” Hija Mía, habla al mundo entero de la inconcebible Misericordia Mía. Deseo que la Fiesta de la Misericordia sea refugio y amparo para todas las almas y , especialmente, para los pobre pecadores. Ese día están abiertas las entrañas de Mi Misericordia. Derramo todo un mar de gracias sobre las almas que se acercan al manantial de Mi Misericordia. El alma que se confiese y reciba la Santa Comunión obtendrá el perdón total de las culpas y de las penas. En ese día están abiertas todas las compuertas divinas a través de las cuales fluyen las gracias. Que ningún alma tema acercarse a Mí, aunque sus pecados sean como escarlata. Mi Misericordia es tan grande que en toda la eternidad no la penetrará ningún intelecto humano ni angélico. Todo lo que existe ha salido de las entrañas de Mi Misericordia. Cada alma respecto a Mí, por toda la eternidad meditará Mi Amor y Mi Misericordia. La Fiesta de la Misericordia ha salido de Mis entrañas”… . (Diario No. 699).

Hija Mía, anima a las almas a rezar la Coronilla que te he dado. A quienes recen esta Coronilla, Me complazco en darles lo que Me pidan. Cuando la recen los pecadores empedernidos, colmaré sus almas de paz y la hora de su muerte será feliz. Escríbelo para las almas afligidas: Cuando un alma vea y conozca la gravedad de sus pecados, cuando a los ojos de su alma se descubra todo el abismo de la miseria en la que ha caído, no se desespere, sino que se arroje con confianza en brazos de Mi Misericordia, como un niño en brazos de su madre amadísima. Estas almas tienen prioridad en Mi Corazón compasivo, ellas tienen preferencia en Mi Misericordia. Proclama que ningún alma que ha invocado mi Misericordia ha quedado decepcionada ni ha sentido confusión. Me complazco particularmente en el alma que confía en Mi bondad. Escribe: cuando recen esta coronilla junto a los moribundos, Me pondré entre el Padre y el alma agonizante no como el Juez justo, sino como el Salvador Misericordioso”… (Diario No. 453).

Mi Misericordia es más grande que tu miseria y la del mundo entero. ¡Quién ha medido Mi bondad? Por ti bajé del cielo a la tierra, por ti dejé clavarme en la cruz, por ti permití que Mi Sagrado Corazón fuera abierto por una lanza, y abrí la fuente de la Misericordia para ti. Ven y toma las gracias de esta fuente con el recipiente de la confianza. Jamás rechazaré un corazón arrepentido, tu miseria se ha hundido en el abismo de Mi Misericordia. (Diario No. 1485).

“Oh alma sumergida en las tinieblas, no te desesperes, todavía no todo está perdido, habla con tu Dios que es el Amor y la Misericordia Misma.”… (Diario No. 1486).

A las tres, ruega por Mi Misericordia, en especial para los pecadores y aunque sólo sea por un brevísimo momento, sumérgete en Mi Pasión, especialmente en Mi abandono en el momento de Mi agonía. Esta es la hora de la gran Misericordia para el mundo entero. Te permitiré penetrar en Mi tristeza mortal. En esta hora nada le será negado al alma que lo pida por los méritos de Mi Pasión... (Diario No. 1320).

“Hija mía, ayúdame a salvar a un pecador agonizante; reza por él esta coronilla que te he enseñado”. Al empezar a rezar la Coronilla, ví a aquel moribundo entre terribles tormentos y luchas. El Ángel Custodio lo defendía, pero era como impotente ante la gran miseria de aquella alma; una multitud de demonios estaba esperando aquella alma. Mientras rezaba la Coronilla, ví a Jesús tal y como está pintado en la imagen. Los rayos que salieron del Corazón de Jesús envolvieron al enfermo y las fuerzas de las tinieblas huyeron en pánico. El enfermo expiró sereno. (Diario 1565).