El templo, en unión con la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Medinaceli, ha preparado un amplio programa de cultos que comenzaron este martes 26 de febrero con el inicio del triduo en honor a la imagen de Jesús penitente.
Este viernes, 1 de marzo, los tributos a Cristo penitente comenzarán a las 10:00 con una Misa. A partir de ese momento la Basílica permanecerá abierta para que los fieles participen cada hora en las eucarísticas que irán hasta las 24:00. La celebración central ocurrirá a las 12:00 y será presidida por el Cardenal Carlos Osoro, Arzobispo de Madrid. Los fieles también podrán durante el día recibir el sacramento de la Reconciliación en la cripta, que permanecerá abierta en el mismo horario de la Basílica.
La fiesta de Nuestro Padre Jesús de Medinaceli es una de las que mayor número de fieles congrega en Madrid. Según reseña la Archidiócesis madrileña en nota de prensa, se espera que hoy más de medio millón de fieles se acerquen a la Basílica para venerar la imagen. Ya es habitual para los primeros viernes del mes de marzo ver una larguísima cola de devotos que acuden al templo para rendir tributos Jesús Nazareno, una fila que inicia varios días antes, incluso, de la festividad de la imagen.
Los tributos no sólo tendrán lugar en Madrid, otra ciudad española, Ávila, que es conocida más por ser la cuna de una de las más grandes santas de España: Santa Teresa de Jesús, también vive en grande los actos en honor Nuestro Padre Jesús de Medinaceli.
Ésta es una de las devociones con mayor fervor en Ávila. Ella se celebra en la parroquia de San Antonio donde se halla una imagen de Jesús penitente creada a semejanza de la que se venera en la capital española.
Así como ocurre en Madrid, el templo acoge por estos días un triduo en honor al Cristo de Medinaceli que culminará hoy, viernes 1 de Marzo, con el tradicional Viacrucis por las calles colindantes a la parroquia, que será presidida por la imagen del Cristo Nazareno, y una solemne Eucaristía oficiada por Mons. José María Gil Tamayo, Obispo de Ávila.
Al culminar la Misa, los fieles podrán adorar una reliquia del 'Lignum Crucis' y ser parte del besapiés a la imagen de Jesús de Medinaceli.
