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Declaraciones de la ministra Celaá son “una barbaridad”, afirma Cardenal

Cardenal Antonio Cañizares. Arzobispo de Valencia

En este caso el Cardenal Antonio Cañizares recordó que “la escuela no es la institución social encargada de educar a los niños; es a los padres a quienes corresponde esta misión. Si no es así, todavía no hemos salido de los gulags soviéticos, de la cultura comunista”.

El Cardenal Antonio Cañizares, Arzobispo de Valencia; y el arzobispo metropolita para España y Portugal de la Iglesia Ortodoxa, Mons. Policarpo, presentaron el libro “Una gran esperanza. La custodia de la creación”, publicado por Romana editorial.

Según recogió la web de la Archidiócesis de Valencia, el Cardenal habló sobre la polémica suscitada sobre el derecho de los padres de educar a sus hijos según sus convicciones.

La ministra Isabel Celaá aseguró que “no podemos pensar bajo ningún concepto que los hijos son de los padres”.

“Lo que ha dicho Celaá es una barbaridad, no se ha dado cuenta de lo que ha dicho. Este Gobierno no sabe dónde va y así está conculcando el ordenamiento jurídico español”, declaró el Cardenal Cañizares.

También subrayó que “la escuela no es la institución social encargada de educar a los niños; es a los padres a quienes corresponde esta misión. Si no es así, todavía no hemos salido de los gulags soviéticos, de la cultura comunista. Esa actitud no es compatible con una España que se abre al futuro, es el retroceso más grande que puede tener un Gobierno”.

Además insistió en que “con el don de los hijos”, Dios le ha dado a los padres “el deber y la responsabilidad de educarlos que nada ni nadie puede arrebatarles, y menos el Estado”.

Indicó que por eso el Estado responde a una exigencia de la sociedad “que es garantizar a todos, sobre todo a la célula de la sociedad, que es la familia, que cumpla con su deber de educar”.

Por su parte, Mons. Policarpo calificó como “muy preocupantes” las propuestas educativas del actual Gobierno de España y señaló que los niños son “don de Dios a los padres” y por eso animó a “educar en la familia a los niños, que primero son de Dios, y luego del padre y de la madre”.

La polémicas declaraciones surgieron por la implantación del pin parental, por parte de Vox en la Región de Murcia, para que los centros educativos estén obligados de pedir a los padres el consentimiento explícito de la asistencia de sus hijos a talleres extracurriculares sobre temas generalmente relacionados con educación sexual.