El Congreso abre la puerta a la regulación de la eutanasia sin sorpresas, pues los líderes ya habían defendido su aplicación. Pedro Sánchez, Pablo Iglesias o Albert Rivera, están a favor de su uso, y usan los casos extremos para justificar su puesta en marcha.
El Congreso de los Diputados aprobó el 26 de junio que se regule la eutanasia tras presentar el PSOE una proposición de ley. No es la última proposición de ley sobre este temática o una similar que se ha presentado en los últimos meses en el Congreso ya que en el mes de mayo se aprobó tomar en consideración la proposición de ley del Parlament de Cataluña para despenalizar la eutanasia.
En ambos casos Partido Popular y UPN han votado en contra, tanto de la despenalización de la eutanasia, como de la regulación de la misma, esgrimiendo la defensa de la vida y la previa regulación y aplicación de los cuidados paliativos antes de hablar de la eutanasia.
Como viene siendo habitual en todo este tipo de leyes, se buscan los casos más radicales, que tocan los sentimientos de las personas para abrir el primer agujero, para luego colar aquellos casos que no estaban contemplados. Incluso en países donde no está ni legalizado, ni regulado, te puedes encontrar casos como los ocurrido en Reino Unido, donde se acaba de conocer la muerte de cerca de 500 enfermos que no habían expresado su deseo de morir.
¿Hasta dónde se deslizará la eutanasia por la pendiente resbaladiza? Sólo el tiempo lo dirá, pero seguro que pronto se conocerán casos de enfermos muertos sin que hayan expresado su deseo de morir. Todas esas muertes recaerán sobre quienes han legislado frívolamente sobre un tema tan serio.
