San Juan Pablo II luchó toda su vida contra las injusticias, fueran del color que fueran. Pero, sobre todo, mostró una profunda preocupación por el futuro de una Europa que ya empezaba a mostrar signos de debilidad en sus cimientos.
La Europa de hoy, como la Europa de la época de San Juan Pablo II, está amenazada por una crisis ideológica y de valores sin precedentes, por unos regionalismos excluyentes, el debilitamiento de la familia, el colapso demográfico y las crisis migratorias y económicas que transforman el panorama social a marchas forzadas.
San Juan Pablo II es uno de los Papas más queridos de la historia moderna por sus continuas muestras de amor y por su profunda preocupación ante los devenires de un mundo que entraba en una nueva fase radical de globalización que no respetaba a nada ni a nadie.
En sus cientos de homilías, cartas y discursos así lo constató.
Como dice el Cardenal Dziwisz -secretario personal de Juan Pablo II durante más de 40 años, “Europa necesita ayuda del cielo y el ejemplo de los Santos, porque sola no puede responder a esos desafíos. Y no hay santo más contemporáneo que comprenda nuestro tiempo mejor que Juan Pablo II”.
Puedes firmar la petición al Papa Francisco aquí.
