Usted está aquí

Misa por las víctimas de la COVID-19: «No hemos sido ajenos al dolor»

La Conferencia Episcopal Española (CEE) se ha sumado este martes a la cadena de Eucaristías por las víctimas de la COVID-19 propuesta por el Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa (CCEE) para esta Cuaresma. Una celebración, que tuvo lugar en la capilla de la Sucesión Apostólica, en la sede de la CEE, presidida por el cardenal Omella y concelebrada por los miembros de la Comisión Permanente, reunidos estos días en Madrid.

En su homilía, el presidente de la CEE y arzobispo de Barcelona recordó que los pastores de la Iglesia en España «no hemos sido ajenos al dolor de nuestros conciudadanos por la pérdida de tanta gente víctima de la COVID-19».

«Queremos pedir a Dios por todos los fallecidos. No solo por los del coronavirus, sino también de otras causas y que por el confinamiento no han podido recibir la despedida merecida. Los recordamos a todos, creyentes o no, españoles o extranjeros… Lamentamos el dolor que ha provocado su muerte y las condiciones de su despedida», añadió.

El purpurado quiso dedicar una mención especial a los mayores, un colectivo especialmente golpeado por la pandemia, a los que mostró su reconocimiento: «Han entregado su vida por hacer una sociedad más próspera. Damos gracias a Dios porque su vida ha sido un regalo para todos nosotros. Ojalá sepamos agradecérselo. Que Dios bendiga a nuestros hermanos mayores».

Del mismo modo destacó la labor que durante este tiempo han realizado tantas personas en el ámbito sanitario, pero también en el de la empresa o las organizaciones sociales y caritativas, que han trabajado «para paliar el dolor de tanta gente». Y dijo que son en nuestra sociedad «una gran reserva de humanidad, caridad y acción solidaria».

El cardenal Omella constató que la pandemia «nos ha descolocado» y «hecho caer en una actitud de nerviosismo y angustia». Sin embargo, recordó que «no son tiempos para la confrontación ni de división», sino «tiempos para acompañar, para perdonar, para caminar juntos, para tratar de evitar más sufrimientos, para mirar al futuro».

Además, afirmó que la pandemia «ha puesto nuestra mirada en el más allá y nos ha recordado que estamos de paso». «Que esta experiencia sea una oportunidad para avanzar en el camino espiritual», concluyó