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La Divina Misericordia, a solo un clic: nueva iniciativa «on line» para difundir esta devoción

Se trata de Divina Misericordia, un pequeño libro editado y publicado por Miguel Renuncio que sintetiza la revelación a Santa Faustina a través de su vida y diario.

La publicación narra con todo lujo de detalles la primera aparición de Jesús a Helena Kowalska en 1924. “¿Hasta cuándo me harás sufrir?... Ve inmediatamente a Varsovia, allí entrarás en un convento”, le dijo a la joven polaca.

Helena tuvo que esperar meses hasta ser admitida en el convento. Durante ese tiempo siguió trabajando como sirvienta para ayudar a su familia, hasta que el 1 de agosto de 1925 fue admitida en la Congregación de las Hermanas de la Madre de Dios de la Misericordia. Realizó el noviciado entre 1926 y 1928 y allí recibió el nombre de sor María Faustina.

Desde entonces, las apariciones de la santa se repitieron con frecuencia, así como los sufrimientos a causa de los estigmas.

El 22 de febrero de 1931, en Plock, Jesús se le apareció nuevamente y le dijo: “Pinta una imagen según el modelo que ves, y firma: `Jesús, en ti confío´. Deseo que esta imagen sea venerada primero en su capilla y luego en el mundo entero. Prometo que el alma que venere esta imagen no perecerá. También prometo, ya aquí en la tierra, la victoria sobre los enemigos y sobre todo a la hora de la muerte”. El pintor Adolf Hyła fue el encargado de plasmar la imagen de la Divina Misericordia

Cuadro de la Divina Misericordia.

Cuadro de la Divina Misericordia, pintado por Adolf Hyla.

Rezaba cada día por Rusia y por España

Aquella revelación marcó especialmente a Faustina, que vivió los precedentes de la mayor persecución en la historia de la Iglesia por parte del comunismo, y rezó especialmente por los países más amenazados: Polonia, Rusia y España.

En 1936, mientras la Guerra Civil ya devastaba España, la Unión Soviética aprobó su propia  Constitución y dieron comienzo las purgas de Stalin, que se llevaron por delante la vida de millones de personas entre las hambrunas, el terror y las purgas.

Por ello, Faustina incluía con frecuencia a ambos países en sus oraciones, aquejada entonces de tuberculosos.

El día de hoy lo ofrecí por Rusia, todos mis sufrimientos y oraciones los ofrecí por este pobre país. ¡Cuánto sufro por este país que expulsó a Dios de sus fronteras!”, escribió. 

“Con la llegada del nuevo año”, explica Renuncio, “anotó en su diario una serie de propósitos, entre ellos, `abrazar el mundo entero, especialmente Rusia y España´”.

Junto con este y otros detalles de su vida, la publicación ofrece también todas las oraciones y espiritualidad relacionados con esta devoción, entre ellos la forma de rezar la Coronilla o la Hora de la Divina Misericordia.

El libro se puede descargar de forma gratuita en este enlace, así como también leerlo desde la página web de la iniciativa o bien solicitando ejemplares al autor en la dirección de correo electrónico jesusyfaustina@gmail.com