Usted está aquí

Infancia Misionera: «Para muchos niños el único sitio donde encuentran posibilidades de crecer es la Iglesia»

Una celebración especial ya que de la Infancia Misionera como obra pontificia, cumple 100 años al servicio del Papa. «Este es el instrumento de la Iglesia para que los territorios de misión cuenten con los medios que necesitan para la infancia», ha remarcado. Y es que en 1843 se crea la Infancia Misionera en Francia, bastantes años antes de la Declaración de los Derechos del Niño en Ginebra (1924) o del nacimiento de Unicef (1946).

Más de 2 millones de euros en 2021 para acompañar a 300.000 niños

«Para muchos niños del mundo el único sitio donde encuentran calor de hogar, afecto y posibilidades de crecer es la Iglesia», ha recalcado Calderón invitando a todos a colaborar con el sostenimiento de la Infancia Misionera. El director ha destacado que OMP recaudó 2 millones de euros en 2021 para acompañar a más de 300.000 niños de 34 países.

Los fondos que se recaudan de esta campaña están dedicados algunos a la evangelización, a la catequesis, a la compra de Biblias u instrumentos que pueden servirles para crecer en la fe. Pero también se utilizan en el ámbito educativo o, especialmente en este año, en el aspecto sanitario.

«Con Jesús niño a la misión»

El director de las Obras Misionales ha dado a conocer los datos más relevantes del trabajo de Infancia Misionera durante el 2021, así como los proyectos llevados a cabo gracias a la colaboración de los católicos de todo el mundo. El lema de esta campaña, “Con Jesús a Jerusalén, ¡Luz para el mundo!”, marca el tramo final de un recorrido que empezó con la campaña de Infancia Misionera de 2019, y que ha pasado por Belén, Egipto, Nazaret y, este año, llega a Jerusalén. Un proyecto, “Con Jesús niño a la misión”, que acerca el seguimiento de Cristo, esencia de la vida cristiana, a los más pequeños, y que cuenta con toda una serie de materiales.

Con el calendario de Adviento Misionero, la Hucha del Compartir y otras iniciativas, los niños han podido acompañar a Jesús, ya con 12 años, hasta Jerusalén, acompañando a la Sagrada Familia. Infancia Misionera se convierte así en una escuela de formación en la fe y en la misión para los niños de todo el mundo.

«Nuestra presencia tiene un fuerte compromiso de los laicos»

En la rueda de prensa ha participado la hermana Sofía Quintáns Bouzada, franciscana misionera de la Madre del Divino Pastor, misionera en Brasil, donde trabaja con los refugiados venezolanos que llegan a la frontera, entre ellos un gran número de niños no acompañados.

Quintans ha compartido todo el trabajo que hacen con los niños y niñas en el país: “Nuestra presencia como Iglesia es humilde, con una fuerte vocación samaritana y un fuerte compromiso de los laicos. Es una gracia muy grande estar allí, somos una pequeña comunidad de hermanas intercultural. Nuestra presencia trata de ser una presencia samaritana en medio de un pueblo muy acogedor, una presencia eclesial, misericordiosa y humilde”.

La misionera ha recordado la grave crisis humanitaria que se vivió en 2018 en la frontera entre Brasil y Venezuela donde trabaja su comunidad: “Durante ese año se produjo una salida masiva de venezolanos y a día de hoy más de 600 mil venezolanos han salido de esa frontera. El Gobierno de Brasil ha dispuesto una operación de acogida formada por el Gobierno, los contingentes militares, ONG, servicios de la ONU y también la Iglesia católica presente”.

Durante esta operación de acogida se les da los documentos, se les vacuna de la covid-19 y se les ofrece la posibilidad de entrar en un campo de refugiados: «Hacemos que en todo este proceso que dura casi un año puedan sentirse integrados en la sociedad brasileña. Un acompañamiento espiritual y al mismo tiempo un respeto profundo para todas las personas que traen una mochila cargada de mucho sufrimiento y dolor».

«Los niños no son cifras»

En esta situación tan extrema llegan también los más vulnerables, los niños, los menores de edad, las mujeres embarazadas: “Escuchar, ver, acompañar, mirar a los ojos los niños te cambia la vida”. Sofía subraya que los niños sin entender, “sienten, padecen, quieren jugar, crecer, pero no pueden por la falta de condiciones y oportunidades”

La Iglesia intenta crear para todos estos niños “espacios seguros, donde pueden ser escuchados y queridos” y trabajan además con los padres para “prevenir y acompañar todas las difíciles situaciones”.

La misionera se siente feliz “de ser religiosa, de ser Iglesia católica, de saber que los niños que acompañamos no son cifras, sino personas que colocamos en el centro. Ese ser humano no es un número, sino que responde a un amor infinito de Dios. Los niños nos enseñan a creer en Dios que está vivo”.