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Huracán Iota y su devastador paso por Nicaragua

Tras su entrada por el noroeste del país, el huracán perdió fuerza rápidamente; primero se debilitó a categoría 1 y unas horas después se convirtió en tormenta tropical.

Árboles caídos, tejados arrancados de las casas, postes de electricidad derribados, desbordes y peligrosos deslaves y pérdidas humanas, son los principales efectos del paso del huracán Iota. Muchas familias fueron evacuadas y refugiadas en los diferentes albergues del país.

En total, según el reporte oficial del 19 de noviembre, Nicaragua suma 21 decesos ocasionados por el paso del huracán Iota. Sin embargo, estos podrían seguir aumentando, ya que hay personas desparecidas.

A días del paso del huracán, urge la ayuda para los afectados de la región del Caribe Norte de Nicaragua, así como a nivel nacional. Por medio de organizaciones, movimientos y la Iglesia Católica se están organizando colectas de recaudación.

Como Familia Vicentina de Nicaragua, nos sentimos interpelados ante la realidad que viven los pobres en medio de estas emergencias y nuestra respuesta audaz ante la necesidad de los pobres. Una primera iniciativa es la realización de la colecta de alimentos o dinero en efectivo en cada una de las regiones del país, con el objetivo de ayudar a las personas afectadas por el huracán Iota. Sabemos que el proceso de reconstrucción de los lugares afectados llevará su tiempo y estamos invitados a unir esfuerzos en este proceso.

Confiamos en la intercesión de Nuestra Madre de la Medalla Milagrosa, San Vicente de Paúl, Santa Luisa de Marillac, beatos y santos de la Familia Vicentina por todos los pobres que sufren a causa de estas catástrofes naturales, para que, en la medida de lo posible, puedan ir reconstruyendo su vida y sus bienes materiales.