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Afrontando el ciclón Yasa

El ciclón Yasa azotó el archipiélago de Fiji, dejando destrucción y pobreza a su paso. La zona más castigada fue la de Vanua Levu. En la ciudad de Labasa, y en otras zonas, quedaron impracticables las carreteras y se quedaron sin suministro eléctrico y sin agua potable. 

Los vicentinos de Labasa pudieron apreciar la devastación con tan solo recorrer un par de kilómetros. A simple vista se podían apreciar los destrozos en los hogares, en las granjas y en la red de carreteras. La fuerza del viento, durante cuatro interminables horas, arrancó de cuajo los árboles y también los tejados de miles de casas y, aunque el temporal pasó, las familias siguen agolpadas en los centros de evacuación esperando a que se puedan rehabilitar sus hogares o en busca de un lugar donde poder pasar los días.

El Consejo Nacional de Fiyi ayudó con el suministro de lonas para el refugio temporal de los damnificados que estaban reconstruyendo sus hogares, y compraron bidones de 40 litros para almacenar agua potable. Otras Conferencias de Fiyi ayudaron con 44 bolsas de ropa de segunda mano, artículos del hogar y ayuda financiera. También fue muy importante la ayuda de los vicentinos australianos y la colaboración de la Comisión Internacional para la Ayuda y Desarrollo (CIAD) de la SSVP Internacional.

Un pequeño equipo de vicentinos pudo viajar a Savusavu y cargar raciones de alimentos en camiones alquilados para llegar a las zonas afectadas y allí incluso pasaron la noche con las familias damnificadas, compartiendo con ellos el drama de su situación y ofreciendo su cariño y mensaje de esperanza.

Después de las consultas con los jefes de las aldeas y los miembros de las familias afectadas a las que ayudan nuestros consocios, la SSVP decidió adquirir 64 planchas de tejado ondulado para los hogares de 6 familias, así como 200 litros de gasolina para motosierras (muy necesarias para limpiar las zonas de la arboleda caída y para utilizar su madera en la reconstrucción de los hogares de forma temporal). También se ha previsto el alquiler de un camión para la entrega de materiales esenciales, una vez se restablezca la red de carreteras y se puedan efectuar los envíos de lotes de alimentos a las familias más afectadas.

La situación de muchas familias es límite, los que vivían de sus cultivos lo han perdido todo y muchas de ellas ya no tienen ahorros para seguir comprando alimentos. Otra de sus preocupaciones es la escolarización de sus hijos y los gastos que esto conlleva, por lo que la SSVP está destinando fondos de ayuda a este asunto. De hecho, en la zona de Labasa ya se han entregado prendas de vestir y artículos escolares a las familias afectadas por el ciclón.

Todavía a finales de enero se seguían reconstruyendo casas de familias afectadas y distribuyendo artículos de primera necesidad a las muchas familias desesperadas por esta situación. Bolsas de ropa de segunda mano se han entregado en las zonas costeras de Napuka y Macuata (afectada por un brote de fiebre tifoidea) y repartido botiquines con medicinas y material sanitario en aldeas remotas, de difícil acceso. Además, los vicentinos están comenzando a realizar visitas al hospital de Labasa para ayudar a las madres más jóvenes y sin recursos a cubrir las necesidades de sus bebés recién nacidos.