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96.470 catequistas, los voluntarios de la Iglesia para transmitir el Evangelio

La catequesis es una de las misiones esenciales de las parroquias. Una misión que realizan principalmente laicos, dedicando parte de su tiempo a la enseñanza de la fe, de los fundamentos de la vida cristiana.

Enseñan lo que viven, transmiten su propia experiencia, anuncian aquello que han recibido como don para los demás.

«Me siento partícipe de la misión evangelizadora que Dios nos propone»

Lo dice Auxi Morcillo, catequista en la parroquia de San Juan de Dios de Ceuta. Entre sus planes no estaba ser catequista, pero se lo propusieron y aceptó «con un poco de miedo», reconoce. Tenía entonces 18 años. Ahora, con 52, continúa con este «voluntariado» que le hace sentirse partícipe «de la misión evangelizadora que Dios nos propone».

«El mejor regalo que se le puede dar a una persona es el regalo de la fe. El saber que existe un Dios que nos quiere por encima de todo, que entramos dentro de sus planes, que nunca nos va a abandonar».


¿Qué hizo mal el hijo mayor de la parábola del hijo pródigo?

Al otro lado está Telmo. Es de Pamplona y uno de los niños de primera comunión en la parroquia San Esteban de Gorraiz. Le gusta saber cosas nuevas y apunta en un libro lo que va aprendido en la catequesis, como por ejemplo ¿qué hizo mal el hijo mayor de la parábola del hijo pródigo?

«Hemos aprendido que Jesús se sacrificó por nosotros para que pudiéramos vivir en paz.
La verdad es que yo siento que recibo amor y cariño de Él».