
Lo hicieron en respuesta a los 17 proyectos de ley federales que pretenden imponer en todo México el aborto, la adopción de niños por parejas homosexuales y el adoctrinamiento de género en las escuelas.
A estos 17 proyectos federales hay que sumar los múltiples proyectos estatales que pretenden imponer la misma ideología radical frente a un México real que ama la vida y la familia.
¿Quiénes están tratando de impulsar esta agenda? El marginal pero radicalizado Movimiento Ciudadano, gran parte del PRD y los elementos más radicales de Morena, partido en el gobierno con mayoría en el Congreso y del presidente López Obrador. ¿Y qué piensa AMLO? Obrador no se ha querido meter en estos ‘jardines’. Más bien prefiere colocarse de perfil y en campaña dijo que escucharía al pueblo.
Rodrigo Iván Cortés, presidente del Frente Nacional por la Familia (FNF), convocante de las marchas, resume los objetivos de las concentraciones:
“Sólo habrá paz si se respeta la vida, sólo habrá desarrollo si se respeta la familia; y sólo habrá una auténtica democracia si se respetan las libertades fundamentales de conciencia y de los padres a educar a sus hijos”
Varios obispos y líderes de otras confesiones religiosas marcharon el sábado para mostrar el malestar de las comunidades cristianas y católicas con una agenda ideológica contraria a la moral.
Pero es que la agenda radical también contradice la Convención Americana de derechos Humanos de la que México es signataria. Dicha convención establece el derecho a la vida desde la concepción y el derecho preferente de los padres en la educación de sus hijos.
Aunque los medios nacionales trataron de ningunear las protestas, nadie puede esconder a medio millón de mexicanos. Es una fuerza importante y relevante que gestionada con habilidad y eficacia puede frenar los proyectos de ley más nocivos para la paz, el desarrollo, la convivencia y la calidad democrática.