Usted está aquí

Por San Blas las cigüeñas verás

Por San Blas las cigüeñas verás

La lista de poblaciones que celebran actos solemnes, procesiones, romerías (la primera del año), verbenas, mercadillos, etcétera, es incontable.

En muchas parroquias, el 3 de febrero, día de la fiesta, al final de la misa el sacerdote imparte a cada fiel la bendición del santo, aplicándole dos velas sobre el cuello, implorando su protección frente a las enfermedades de garganta:

¡Oh!, glorioso San Blas, que con
vuestro martirio habéis dejado a la Iglesia
un ilustre testimonio de la fe, alcanzadnos
la gracia de conservar este divino don, y de
defender sin respetos humanos, de palabra
y con las obras, la verdad de la misma fe,
hoy tan combatida y ultrajada.
Vos que milagrosamente salvasteis
a un niño que iba a morir desgraciadamente
del mal de garganta, concedednos
vuestro poderoso patrocinio en semejantes
enfermedades; y sobre todo obtenedme la
gracia de la mortificación cristiana, guardando
fielmente los preceptos de la Iglesia,
que tanto nos preservan de ofender a
Dios. Así sea.

 

Blas de Sebaste

Blas de Sebaste fue un médico armenio, entregado a la vida eremítica en una cueva del monte Argeus (Turquía) convertida en su sede episcopal. Era conocido por su don de curación milagrosa, que aplicaba tanto a personas como a animales. Salvó la vida de un niño que se ahogaba al clavársele en la garganta una espina de pescado. Este sería el origen de la costumbre de bendecir las gargantas el día de su fiesta. Alcanzó la gloria del martirio en la época del emperador romano Licinio, a principios del siglo IV. Su culto se extendió rápidamente por todo Oriente y después también por Occidente.

Reliquias de San Blas en Dubrovnik

En Dubrovnik, ciudad de larga tradición católica, como el resto de Croacia, la festividad de San Blas, su patrono, es emblemática y casi milenaria. Se inició probablemente antes de 1190. El famoso Tesoro de la Catedral, construida entre los siglos XVII y XVIII sobre las ruinas de la primera basílica bizantina que hubo en la costa oriental del Adriático, está compuesto por numerosas reliquias que sobrevivieron al terremoto de 1667. Entre ellas, destaca la de los restos del santo (un cráneo, una pierna y un brazo), que se conservan en el interior de tres valiosos relicarios de oro, uno de ellos con forma de corona, decorados con incrustaciones de piedras preciosas y esmaltes policromados. Estos relicarios salen en procesión el día de la fiesta.

Patrono de Paraguay

Su patronazgo surgió a raíz de la protección que los españoles le atribuyeron en una batalla con los nativos en el fuerte de Corpus Christi, fundado por Juan de Ayolas. En razón de la oportuna llegada de refuerzos provenientes de Buenos Aires, los españoles rechazaron el ataque de los indígenas el 3 de febrero de 1539, festividad del santo, a quien vieron aparecer sobre el torreón de la fortaleza, vestido de blanco y portando una espada resplandeciente en la mano. 

Moros y Cristianos en Bocairente, y San Blas

La devoción a San Blas en Bocairente (Alicante) se extendió tras sufrir su población en el 1632 una epidemia de difteria. Según la tradición, los vecinos de la localidad comenzaron a implorar al santo, como abogado contra los males de garganta, que intercedió poniendo fin a la epidemia. Por este motivo, fue proclamado patrón de la localidad. Hasta entonces, sólo el gremio de cardadores lo tenía como patrono, dado que San Blas fue torturado con estos instrumentos para cardar y desmadejar la lana y la tela. Su reliquia llegó a Bocairente el 19 de abril de 1704.

En 1860, el Consejo General de la Villa decidió transformar la fiesta de la soldadesca, que databa de 1707, en la fiesta de Moros y Cristianos, y dedicarla en honor de San Blas.

Las celebraciones comienzan el día 2 de febrero con la “retreta de les caixes”. En ella cientos de festeros portan la tradicional manta bocairentina y recorren las calles más emblemáticas de la población.

En el segundo es la Entrada de Moros y Cristianos: desfile al ritmo de enérgicos pasodobles los cristianos y cadenciosas marchas a la noche los moros.

El tercer día está dedicado al patrón. Cuando la imagen de San Blas, su reliquia y el guion pintado por Joaquín Sorolla entran en solemne procesión en la Plaza del Ayuntamiento, suena un volteo de campanas y todos los presentes entonan con emoción el ‘Vitol al Patró Sant Blai’ (¡Bienvenido al Patrón San Blas!). Se apagan las luces y cae sobre la imagen una lluvia de papelillos.

El cuarto día es el turno de las Embajadas, en el que se escenifica el parlamento entre Moros y Cristianos seguido del Disparo en el que se utiliza gran cantidad de pólvora, con victoria mora por la mañana y cristiana por la tarde.

El último día se va de romería a la ermita del Calvario, donde el Embajador moro recita el ‘Despojo del moro’, convirtiéndose al cristianismo. En la iglesia parroquial se besará la Reliquia de San Blas.

La Candelaria, San Blas y sus rosquillas

En muchas poblaciones el santo sale en procesión junto a la Virgen de la Candelaria, cuya fiesta es el día anterior. Es tradición bendecir el pan en la primera misa para ponerlo a disposición del público durante toda la jornada. Al final de cada acto litúrgico los devotos untan la garganta con aceite bendecido o se acercan para que el sacerdote les bendiga aplicándoles dos velas sobre el cuello.

Y como ocurre con las fiestas de los santos más populares, San Blas tiene su particular repostería: las tradicionales rosquillas.

En algunos lugares, en toda la provincia de Salamanca por ejemplo, se portan desde la víspera las gargantillas bendecidas hasta el Martes de Carnaval.

Tradición de los cordones bendecidos de San Blas y los santiaguitos en Bilbao

Como ocurre en toda Europa, también en el País Vasco son numerosas las tradiciones y ritos en torno a la fiesta de San Blas.

San Blas se celebra cada 3 de febrero en Vizcaya con la costumbre de llevar al cuello cordones de algodón de colores bendecidos que según la tradición protegen de las afecciones de garganta como catarros o amigdalitis. Los cordones bendecidos deben llevarse durante 9 días, a contar desde el 3 de febrero inclusive, y después quemar el cordón; a partir de ese momento dicen que la garganta estará protegida de enfermedades.

Este dia se celebra un mercado dedicado a San Blas con la venta de dulces típicos de San Blas como las tradicionales rosquillas de San Blas, torta de San Blas, galletas de San Blas o los caramelos de malvavisco, denominados santiaguitos, junto con los clásicos cordones de colores bendecidos.

Los santiaguitos deben su nombre a Santiago Olavide, confitero de un local situado en su día en la calle Correo y a quien apodaban “Santiaguito” porque era más bien corto de estatura. Fue en esa confitería donde empezaron a elaborarse los famosos caramelos a base de azúcar y raíz de malvavisco.  Y triunfaron claro está.

No en vano la planta de malvavisco tiene propiedades expectorantes, antiinflamatorias y sedantes. La tradición incluye entre algunas gentes la de bendecir los dulces, degustarlos y guardar los envoltorios para quemarlos junto al cordón.