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San Francisco de Asís

En la fiesta de San Matías, oyó en el Evangelio que los servidores de Cristo no debían poseer oro, ni plata, ni alforja, ni calzado, ni dos túnicas y San Francisco exclamó: «Esto es lo que yo buscaba y lo que quiero cumplir». Este es el mensaje de Francisco: Reproducir en todo la vida de Jesús, vivir su pobreza, imitar sus pasos y doctrinas. «El mismo Dios me reveló, dice su Testamento, que debía vivir según la norma del Santo Evangelio».

Eligió doce compañeros, como Jesús, y en 1209 fundó los Frati Minori (Frailes menores). En 1212 se les unió Santa Clara, y fundaron la Orden de las Clarisas o de las Damas Pobres. En 1223, en una Navidad de la villa italiana de Greccio, comenzó con la tradición de poner el Pesebre. Peregrinó a Tierra Santa y a Santiago de Compostela.

Al acercarse su muerte dijo: «Sea bienvenida mi hermana la muerte», pidió que le leyeran el Evangelio de la Pasión. Murió en la Porciúncula, el 4 de Octubre de 1226, a los 44 años de edad y fue canonizado dos años después en Asís por Gregorio IX. El pueblo le llamó «el Cristo de la Edad Media». Lope de Vega lo apellidó «Lugarteniente de Cristo» e Isabel la Católica lo invocaba como «Alférez de Cristo, padre mío y muy amado y especial abogado».