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El juego y la emoción, pilares para que tus hijos maduren

Tú como padre, como madre, que quiere que sus hijas/hijos  desarrollen todo su potencial, proponte esta otra máxima: «disfruta el momento jugando tus hijas/hijos». Los hijos absorben el entusiasmo de los padres. Y esas vivencias serán el humus donde germinen sus talentos y desarrollen positivamente los rasgos de su personalidad.

Durante los primeros años de vida percibimos el mundo, principalmente, a través de las emociones, del juego y el afecto. Por eso, jugar es clave para favorecer nuestro desarrollo intelectual y emocional. Es evidente, que hay niñas/niños que aprenden también de unos padres que no conocen la importancia que tiene el juego. Pero, obviamente, los padres que saben esto están en ventaja respecto de los que no lo saben.

El cerebro de la niña, del niño, está diseñado para aprender a través del juego. Cuando unos padres juegan con sus hijos, activan en ellos el “modo aprendizaje” y todos sus sentidos se centran en la actividad siendo capaces de permanecer concentradas/concentrados un largo tiempo. Absorben los gestos y las palabras de sus progenitores y las recuerdan mucho mejor que cuando se les trata de educar en otro contexto.

A través del juego se sintoniza emocionalmente con los hijos porque, el propio juego, despierta sus emociones y hace posible que interpreten papeles y se pongan en el lugar de la otra persona, les predispone a pensar y actuar con mayor inteligencia y madurez porque -el juego- expande su mente como ninguna otra actividad.

Si quieres adentrarte en el mundo de tu hija, de tu hijo, y “trabajar” desde su perspectiva, te animo a sentarte en el suelo. No hay mejor manera de captar la atención de una niña, un niño, que “descendiendo a su terreno”. Sin decir palabra alguna, ellas/ellos se sentarán a vuestro lado sintiéndose felices porque os habéis acercado a su mundo de emociones y a su centro de interés.

Te invito a que hagas la prueba. Descubrirás cómo el juego y la emoción son dos pilares inmejorables para ayudarles en su maduración. Y el suelo de tu casa se convertirá en la mejor plataforma que jamás hubieras soñado para conseguir que tus hijas/hijos, desplieguen toda su potencialidad. ¡Ánimo!