Tengo malos ratos, de llanto, de dolor, entonces quiero cambiar mis pensamientos, y acordarme de su buen humor, y de sus buenos momentos.
Acordarme de su risa, pícara, graciosa, sincera, sencilla y contagiosa.
Nunca caerás en el olvido, Porque algo de ti en mí permanecer vivo.
Nunca fuiste líder, siempre te dejaste guiar, que los ángeles alumbren tu camino, y allá donde estés DESCANSES EN PAZ.
Tu hija
Ana Isabel Hernández Martin.