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Los carmelitas descalzos de Sevilla conmemoran el 150 aniversario de san José con una nueva exposición

Precisamente este año que se cumple el 150 de la proclamación, el museo del Santo Ángel de Sevilla, perteneciente al Carmelo Descalzo,  organiza la primera exposición dedicada al Santo Patriarca en España en el mes de marzo, mes de su Solemnidad.

Esta exposición lleva como título la famosa obra escrita por el padre Gracián, carmelita descalzo confesor de santa Teresa de Jesús, Iosephina, el texto más influyente a san José desde el siglo XVII. 

En este descubrimiento y revalorización de la figura del esposo de María, la Iglesia reconoce que se debe a la obra de una mujer excepcional como fue  santa Teresa. Es bien conocida la relación de la orden carmelita con el santo, sobre todo, el empuje que santa Teresa desde la reforma de la Orden, colocándola bajo el patronazgo de san José. 

Santa Teresa le consagró su primer convento, san José de Ávila, y doce de sus fundaciones se colocaron bajo su protección. A finales del siglo XVIII más de doscientos conventos carmelitas le estaban dedicados en la geografía española, España fue en la Edad Moderna la tierra predilecta de san José. En el libro de la Vida, la santa describe cómo nace su devoción al santo Patriarca:

«Tomé por abogado y señor al glorioso san José, y encomendéme mucho a él… No me acuerdo, hasta ahora, haberle suplicado cosa que la haya dejado de hacer. Es cosa que espanta las grandes mercedes que me ha hecho Dios por medio de este bienaventurado santo…; a este glorioso santo tengo experiencia que socorre en todas, y quiere el Señor darnos a entender que así como le fue sujeto en la tierra, que como tenía nombre de padre – siendo ayo – le podía mandar, así en el cielo hace cuanto le pide…».

Nueva Iconografía

En la exposición pueden verse una treinta obras debidas a Francisco de Ocampo, cuya imagen fue restaurada por Carles Salafranca, o a Pedro Roldán, junto con otros ejemplos de escuela roldanesca o antequerana, de los siglos XVII y XVIII. Igualmente destaca la presencia de numerosas terracotas con todas las escenas del Santo: Pidiendo Posada, Los Espositos, Nacimientos, el Sueño de San José o la Huida a Egipto. Entre los ejemplos de pintura destacamos las obras de escuela de Murillo, Cabral Bejarano o curiosos ejemplos como el Tránsito de San José. También encontramos algunas obras contemporáneas debidas a la imaginera Lourdes Hernández o al escultor Juan Alberto Pérez Rojas.

En la muestra se puede ver incluso algún ejemplo de orfebrería, como un magnífico Ostensorio del siglo XVIII, o las ediciones de Iosehpina, del padre Gracián, de 1616, y otra selección de escritos, estampas y medallas.