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Hablan los monjes de Silos tras el brote de COVID-19: «Nuestra oración no cesa»

El coronavirus ha entrado en la abadía benedictina de Santo Domingo de Silos. «Varios miembros de nuestra comunidad han dado positivo en COVID-19», aseguraban el lunes los monjes en un comunicado de prensa. En concreto, se han infectado «13 de los 24 monjes de la comunidad», explica fray Alfredo a este periódico.

Y a pesar de que «la situación es delicada», continuaba el texto difundido por la abadía, el monje responsable de la atención a los medios de comunicación confirma que los hermanos que han contraído la enfermedad «se encuentran estables» y, de momento, solo tienen «síntomas leves».

No hay que lamentar ningún fallecimiento. El caso más grave es, paradójicamente, el de uno de los monjes más jóvenes. «Está hospitalizado en Burgos», aunque «también se encuentra estable mientras es sometido a varias pruebas analíticas», confirma fray Alfredo.

Nos cuesta el aislamiento

El brote desatado en Silos ha alterado la vida comunitaria de la abadía. Los monjes no se pueden reunir a celebrar la oración cantada y, aunque «sabemos vivir en solidad», «nos cuesta el aislamiento», reconoce el portavoz. «Nuestro carisma de vocación benedictina está orientado a una vida en común. Y, al faltarnos ahora tan bruscamente, nos deja desconcertados». Incluso «las campanas han dejado de sonar. Es todo muy raro para nosotros».

En cualquier caso, «nuestra oración no cesa», subraya Alfredo, y «aunque no podamos acudir al coro de forma comunitaria, nuestra labor como orantes se mantiene. Más ahora que estamos experimentando en nuestra propia casa lo que conlleva una situación sanitaria tan difícil».

Esta oración se centra «en favor de nuestros hermanos enfermos y de todos aquellos que están sufriendo situaciones parecidas y aún peores. ¡Ayúdanos, Señor!», concluye el religioso.