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El Pan de los Pobres junto a San Antonio en Urquiola

San Antonio de Padua en Urkiola

La amenaza de lluvia y las frescas temperaturas durante todo el día no fueron impedimentos para que numerosas personas se agolpasen frente al bautizado como meteorito de Urkiola, con el objeto de encontrar pareja. La durangarra Tere se dio por vencida antes de completar las siete vueltas de rigor. “He dado solo tres;no merece la pena marearse por tener novio”, explicaba, despertando la risa de su amiga Lourdes que se negó a completar la tradición “porque no me interesa tener pareja”, aseguraba. En cambio, Maribi, la tercera de la cuadrilla, se mostró preocupada porque “tres de las siete vueltas han sido sin tocar la piedra y entonces no sé que efectos podrá tener”, planteaba mientras se dirigía sonriendo a la iglesia.

Como ocurre todos los años, el momento de mayor tránsito en las inmediaciones del santuario abadiñarra coincidió con la Misa Mayor de mediodía, oficiada por el obispo de Bilbao, Mario Iceta. La mayoría de presentes se decantó por dar una vuelta por los distintos puestos agrícolas así como la veintena de artículos variados, entre los que figurarán de venta de rosquillas, artesanía de madera, joyas, trabajo en piedra y jabones, entre otros.
 
A escasos metros de la treintena de puestos agrícolas instalados, todas las miradas se centraban en el prestigioso mercado ganadero con la exposición de cerca de setenta vacas de las razas pirenaica, charolesa, limusín y asturiana de montaña, procedentes de baserris del municipio de Abadiño. Además, la carpa contó también con catorce carneros y casi sesenta caballos. “A los que nos gusta mucho el mundo de la ganadería este tipo de ferias está marcado en rojo en nuestro calendario. Desde hace años, siempre que podemos nos gusta venir a Urkiola el día de San Antonio porque el ambiente en sensacional”, explicaba el durangarra Javi, en compañía de su mujer Maite.

Cientos de personas, inmensa mayoría con chaqueta debido a la fresca temperatura, subían y bajaban la cuesta jalonada con los tradicionales puestos de rosquillas y estampitas, animados por el ritmo que marcaban los trikitilaris y con la intención de comerse un buen talo, entre los que triunfaron los de chorizo y bacón, regado con sidra, vino o txakoli. “San Antonio sin un buen talo nunca sería lo mismo. Para nosotros el poder subir hoy a Urkiola supone rezar, comer y beber”, aseguraba entre risas el iurretarra José Ramón.

Por si acaso, la mayoría de los asistentes optó por acudir a Urkiola paraguas en mano. Fue el caso de los zornotzarras Gregorio y Jon, que se mostraron satisfechos porque finalmente el tiempo acompañó, apenas llovió durante toda la mañana y pudieron acudir a misa y disfrutar de la feria ganadera para después picar algo antes de volver a casa. “Después de pagar más de 50 años a la inseguridad social nos toca disfrutar de la vida y la visita a Urkiola hoy es casi obligatoria”, explicaba con gracia Gregorio, en compañía de su amigo.

PARA EL DOMINGO Como viene siendo habitual, la celebración de San Antonio se repetirá este próximo domingo y no faltarán los tradicionales y variados puestos agrícolas y las misas a las 10.00, 11.00, 12.00, 13.00 y 18.00 horas. La misa mayor, a mediodía, estará animada por el grupo coral Leioako Abesbatza. Por otro lado, a las 13.00 horas el deporte también será protagonista con un desafío de aizkolaris que enfrentará a Bihurri y Donato Larretxea contra Arria V y Hodei Ezpeleta. Por último, a las 16.30 horas se celebrará una animada romería con el grupo Patxi y compañía.