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Conociendo la Cofradía de San Antonio de Navas de Oro

Cofradía de San Antonio de Navas de Oro

La iglesia está dedicada a Santiago Apóstol, patrón del pueblo; sin embargo, la devoción a San Antonio ha sido tan intensa que, a mediados del s. XIX, se trasladó la fiesta mayor al día de San Antonio.

La existencia de un convento franciscano, en la Villa de Coca, pudo ser la causa de que se extendiera la devoción al Santo por estas tierras. En el s. XVI, en algunas partidas de bautismo, se ponía bajo la protección de San Antonio a los niños bautizados. Hay partidas de difuntos, en el s. XVII, en las que el difunto deja encargadas misas por su alma, en el altar de San Antonio, por lo que, en esa época, había un altar dedicado al Santo. El actual retablo, altar e imagen del Santo datan de 1782. En la campana de la iglesia hay una inscripción, que dice: “San Antonio, ruega por nosotros”.

Con este fervor popular a San Antonio, se organizó una Hermandad o Cofradía, con noticias documentadas a finales del s. XVIII, primero como diezmadores de la parroquia, y posteriormente como asociación piadosa de fieles. En 1820, la Cofradía tenía como carga la Misa Mayor del Santo, el trece de Junio, el funeral por todos los cofrades fallecidos, además de un funeral por cada uno de los cofrades que fallecían. La procesión aparece documentada por primera vez pocos años después.

La Cofradía, además de velar por el culto y la devoción a San Antonio, tenía un importante papel, orando y encargando misas por los cofrades que fallecían, en los entierros de los hermanos, y en  la ayuda económica a las viudas de los cofrades, expuestas a la pobreza. Se destinaban fondos a obras y necesidades del templo, o limosnas destinadas a Misiones y a Caridad, no olvidando la salud espiritual de los cofrades, sufragando ejercicios espirituales y misiones populares. El componente espiritual de la cofradía estaba muy marcado en todo el s. XX, algo que, con el tiempo se ha ido descuidando y es un aspecto a potenciar en estos próximos años.

La Cofradía cuenta con 263 cofrades de ambos sexos y de todas las edades. Hay cofrades casi centenarios, y pequeños de sólo unas semanas de vida. La Cofradía se gobierna por una Junta de tres cofrades, por orden de lista, Mayordomo Menor, Mayordomo Mayor y Alcalde. Los ingresos provienen de las limosnas de los fieles, ya que se abolieron las cuotas de los cofrades, y de la subasta de las andas del Santo, que se hace al término de la procesión, en la puerta de la Iglesia, en la que los devotos pujan por meter al santo por promesas y donan dinero por hacerse con tal honor

Desde 1888, el Ayuntamiento tiene la fiesta como algo propio del pueblo, paga los gastos de la fiesta religiosa y de la profana. Estos festejos en honor a San Antonio son las primeras fiestas importantes en toda la provincia, con los actos religiosos, que organiza la Cofradía: Novenario, Oración de Vísperas, ofrenda floral el doce de Junio, Misa y procesión con el Santo; la veneración de la imagen, el funeral general de difuntos.

La procesión es el acto central de las fiestas, que puede durar hasta siete horas; todo el pueblo y numerosos vecinos de pueblos cercanos están en la plaza al final de la procesión para “ver entrar al Santo”

La devoción al SANTO paduano, en Navas de Oro, es secular, profunda y arraigada. Nunca faltan flores a sus pies, y no es extraño ver gente del pueblo y venidos de otros lugares cercanos orando en todo tiempo ante su imagen. Esta devoción, este cariño a San Antonio se transmite por generaciones entre las familias, y es también un poderoso medio para acercarse a Cristo a través del Santo. Incluso, para los alejados de la vida de fe, San Antonio es un “hilo”, que les mantiene agarrados a Dios, una “pequeña luz”, que les alumbra en su oscuridad. Decir Navas de Oro es decir, invariablemente, San Antonio de Padua.