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Yo os digo: no hagáis frente al que os agravia

- Habéis oído que se dijo: «Ojo por ojo, diente por diente». Yo, en cambio, os digo: «No hagáis frente al que os agravia». Al contrario, si uno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra; al que quiera ponerte pleito para quitarte la túnica, dale también la capa; a quien te requiera para caminar una milla, acompáñale dos; a quien te pide, dale, y al que te pide prestado, no lo rehúyas.

Comentario del Papa Francisco

Nosotros tenemos que estar atentos para entender el tiempo de Dios, cuando Dios pasa por nuestro corazón. Y el umbral de esta atención el cristiano la alcanza si se pone en condición de proteger el corazón, alejando cada ruido que no viene del Señor. Las cosas que nos quitan la paz. Un corazón libre de las pasiones, las del “ojo por ojo, y diente por diente”, que Jesús cambia en el “poner la otra mejilla”; o con las dos millas caminadas junto a  quien te obligó a caminar una. El corazón es protegido por la humildad, la mansedumbre, nunca por las luchas, las guerras. ¡No!