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Tratad a los demás como queréis que ellos os traten

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: 
- No deis lo santo a los perros, ni les echéis vuestras perlas a los cerdos; las pisotearán y luego se volverán para destrozaros. 
Tratad a los demás como queréis que ellos os traten; en esto consiste la Ley y los profetas. 
Entrad por la puerta estrecha. Ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos entran por ellos. 
¡Qué estrecha es la puerta y qué angosto el camino que lleva a la vida! Y pocos dan con ellos.

Comentario del Papa Francisco

La imagen de la puerta se repite muchas veces en el Evangelio y se refiere a la de la casa, del hogar doméstico, donde encontramos seguridad, amor, calor. Jesús nos dice que existe una puerta que nos hace entrar en la familia de Dios, de la comunión con Él. Esta puerta es Jesús mismo. Él es el paso hacia la salvación. Él conduce al Padre. Y la puerta, que es Jesús, nunca está cerrada, está abierta siempre y a todos, sin distinción, sin exclusiones. Tal vez alguno de vosotros podrá decirme: “Pero, Padre, seguramente yo estoy excluido, porque soy un gran pecador…” ¡No, no  estás excluido! Precisamente por esto eres el preferido.