“Hemos empezado a ser una Iglesia perseguida”, denuncia monseñor Silvio Báez, obispo auxiliar de Managua.
Ejército, policía y grupos paramilitares afines a Daniel Ortega han protagonizado este fin de semana innumerables actos de violencia contra la oposición, incluso dentro de templos católicos.
Los ataques dejaron al menos un muerto dentro de un templo católico. Un joven que se refugiaba en la parroquia de la Divina Misericordia falleció tras recibir un tiro en la cabeza, tal y como indicó en Twitter Mons. Silvio Báez, obispo auxiliar de Managua:
Por su parte, el cardenal Leopoldo José Brenes denunció que un grupo de policías y paramilitares entraron el domingo en la casa parroquial del municipio de Catarina, en el departamento de Masaya (sureste del país).
Los policías y los paramilitares revisaron ese lugar y se llevaron «algunas pertenencias» de la parroquia y del sacerdote Jairo Velásquez, «quien se encuentra asustado por la actitud de estas personas», dijo Brenes, también arzobispo de la diócesis de Managua, Masaya y Carazo. El purpurado aclaró que el sacerdote se encuentra bien y no ha sido detenido.
Asimismo, el obispo de Estelí, Abelardo Mata, fue asaltado cuando regresaba de celebrar una misa el pasado domingo en presencia de policías encapuchados.
El arzobispo de Managua: “Humanamente tenemos miedo, pero el acompañamiento de nuestros sacerdotes a través de la oración es una fuerza constante". Desde el pasado 18 de abril más de 350 personas han muerto a manos de la policía de Nicaragua y grupos paramilitares.
