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Lo que de verdad importa

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Paco Arango, lleva 17 años compaginando los dos grandes motores que mueven su vida que son el cine y la filantropía.

Desde niño siempre supo que quería ser cineasta y con su primera película como guionista y realizador, 'Maktub' (2011), consiguió tres nominaciones a los Goya: Mejor director novel, Mejor actriz de reparto para Goya Toledo y Mejor banda sonora. En su faceta altruista, creó en 2005 la Fundación Aladina -en honor a la serie homónima de la que fue productor y guionista-, a través de la cual ayuda a los niños enfermos de cáncer, además de colaborar con otras asociaciones relacionadas con las dolencias infantiles.

Con su segunda película, 'Lo que de verdad importa', Arango ha conseguido unir los dos aspectos más importantes de su vida: el cine y la filantropia.

En esta ocasión, Arango ha contado con un reparto internacional de caras conocidas de la pequeña pantalla encabezado por Oliver Jackson-Cohen (Jonathan Harker en la serie 'Drácula'), Camilia Luddington (la doctora Jo Wilson de 'Anatomía de Grey') y Jonathan Pryce (el Gorrión Supremo de 'Juego de tronos'), en una comedia amable sobre la enfermedad y el poder de la fe. Alec (Jackson-Cohen) es joven, atractivo y lo sabe. Vividor, seductor de mujeres y apostador compulsivo, las deudas de juego le llegan ya hasta el cuello. Sin olvidar un negocio ruinoso de reparación de aparatos electrónicos.

Con la visita inesperada de su tío -el único familiar vivo que le queda-, a Alec se le abrirán las puertas del cielo para cambiar de vida: si abandona Londres y consigue pasar 365 días en Nueva Escocia (Canadá) -la tierra de sus antepasados-, sin internet, sin malos hábitos y lejos del mundanal ruido, su tío se encargará de ayudarle económicamente y pagar todas sus deudas. Allí, Alec se dará cuenta de que tiene un don divino: la capacidad de sanar a la gente enferma. En su mano estará aceptar su poder y la responsabilidad que éste conlleva o volver a una vida sin obligaciones para con los demás.


Tras un año de llamar a todo tipo de puertas, consiguieron cerrar el presupuesto necesario para rodar la película, un esfuerzo al que hay que sumar la gran particularidad del proyecto: todo lo recaudado en taquilla irá destinado íntegramente a la asociación Barretstown, creada por Paul Newman en 1994 para que niños enfermos puedan acudir en vacaciones a campamentos en los que "tener experiencias de verano curativas".

"Mi mayor miedo es que la gente se piense que es una historia sobre el cáncer", apunta Arango. "Porque 'Lo que de verdad importa' trata sobre la fe, sobre las elecciones que hacemos en la vida y sobre el egoísmo". "Es una película que trata de un hombre que tiene el poder de sanar y no lo sabe", porque "yo siempre he tenido el deseo de curar a la gente, como si fuera un súper poder".

Hace casi dos décadas, cuando trabaja de guionista y productor en la serie de Televisión Española '¡Ala... Dina!', Arango comenzó a participar semanalmente en labores de voluntariado, una actividad a la que cada vez fue dedicando más y más tiempo. "Siempre me pesó el alma de pensar que yo había tenido mucha suerte", relata. "¿Por qué me tocó a mí en una familia sana, educada, buena gente? (Es hijo del empresario Plácido Arango, fundador del Grupo Vips y mecenas del Museo del Prado). ¿Por qué he podido realizar mis sueños profesionales? No hace falta ver lo que está pasando con los inmigrantes… ¿Por qué yo sí y otra persona no?". "Creo que después de esta vida hay otra y tengo la imperiosa necesidad de devolver mi suerte donando mi tiempo. Así que hice un pacto conmigo mismo para que, cuando yo hiciese cine, sería para recaudar dinero y dar notoriedad a causas relacionadas con el cáncer infantil".

De acuerdo con ese pacto, y aunque la producción de la película ha sido convencional -"todo el mundo ha cobrado"-, nada de lo recaudado irá a parar al bolsillo de los productores. "Yo estoy en la junta directiva de la fundación de Paul Newman y pensé que ésta no tenía la repercusión que merecía. Porque Paul Newman, aparte de su carrera actoral, consiguió una gran fortuna con su marca de comida Newman's Own, que en 16 años ha donado 500 millones de dólares gracias a sus comidas. Su dinero ha ido a campamentos para niños enfermos. Ocho días, sin sus padres, con cientos de otros niños igualmente enfermos, donde nada es un impedimento para volverles a dar su autonomía como personas". Por eso, al final de la película, no falta la dedicatoria al actor estadounidense.

Según Arango, sus películas "son fábulas que invitan a soñar". Fábulas con un gran componente de fe que reflejan sus experiencias personales en torno a la enfermedad. "Mis vivencias en un hospital durante 17 años, en vez de alejarme y maldecir al ser que nos puede haber creado, me han acercado. Intento expresar eso en las películas a través de la fábula", defiende. Y en 'Lo que de verdad importa' lo hace desde la comedia, sin excesivos dramatismos. "La vida sin sentido del humor es muy difícil; todos tenemos miles de problemas. Yo veo el cine como la última gran sesión de hipnosis. El sentido del humor es una herramienta muy importante para que el espectador baje la guardia y te acompañe durante hora y media en el cine. Además, en el hospital sobresale mucho más la risa, las carcajadas o el sentido del humor que cualquier otra tristeza".