El presidente de la República francesa, Emmanuel Macron, ha pronunciado un discurso ante la Plenaria de la Conferencia Episcopal del país galo, con el que ha querido tender puentes entre el Estado liberal y la Iglesia.
Es un discurso sorprendentemente cercano a la Iglesia Católica, en un contexto fuertemente laicista como es el francés, el presidente Macron hizo afirmaciones como las siguientes:
«El vínculo entre la Iglesia y el Estado se ha dañado y nos toca repararlo»
«El camino que comparten el Estado y la Iglesia desde hace tanto tiempo hoy está sembrado de malentendidos»
«El misterio de la conducta heróica del coronel Beltrame se encuentra en la complejidad del hombre. Cuando llega la hora más intensa, la dimensión del ciudadano y la dimensión del católico arden con la misma llama»
«Francia se ha visto fortalecida por la participación de los católicos»
«La laicidad no tiene como objetivo arrancar de nuestras sociedades las raíces espirituales que nutren a tantos de nuestros conciudadanos»
«En este momento de gran fragilidad social, considero que es mi responsabilidad no dejar que se erosione la confianza de los católicos en los políticos»
«La República espera tres dones de los católicos:
– El don de vuestra sabiduría
– El don de vuestro compromiso
– El don de vuestra libertad»
«Hay dos temas de actualidad: la bioética y los inmigrantes. Estos dos temas ponen en juego nuestra parte más humana».
«En relación con los inmigrantes, se nos acusa de no acogerlos con suficiente generosidad o dulzura: intentamos conciliar el derecho y la humanidad. El Papa Francisco denomina a esto ‘prudencia’».
«El compromiso de los católicos es vital y ejemplar para Francia. Pero he venido a pediros más». «Pido a los católicos que se comprometan políticamente. Vuestra fe es una parte del compromiso que necesita nuestra política».
«Creo en un compromiso político que sirva a la dignidad del hombre».
«Necesitamos la ayuda de los católicos para mantener este discurso de humanismo realista».
