Usted está aquí

Guadalupe y Coromoto, los dos únicos casos de “Mariofanía”

Guadalupe y Coromoto, los dos únicos casos de “Mariofanía”

Lo que tradicionalmente se conocía como la “reliquia” de la Virgen de Coromoto, hoy se sabe que no es reliquia, sino una “Mariofanía”, es decir, una “Manifestación de la Virgen Viva”. Los únicos casos de apariciones en el mundo en los que la Virgen ha dejado, no sólo testigos sino también constancia física, son Guadalupe en México y Coromoto en Venezuela.

Ambos conocidos como países con fuertes culturas matriarcales, por lo que no es casualidad que la Virgen, Madre de Dios y de los hombres, sea para todos la Madre-intercesora por excelencia ante el Padre de los cielos.

Venezuela es un país “matricentrado”, término con el que los especialistas han bautizado a nuestra familia cultural. La madre es el centro afectivo y de autoridad.  Aunque el significado padre es el “nervio de la modernidad”, el significado madre es el nervio de lo que habremos de llamar mundo-de vida popular venezolano.

La familia matricentrada resulta tan funcional como la convencional familia nuclear en el resto de las sociedades occidentales. “La madre -dice Moreno- constituye el eje de los mundos emocionales de los venezolanos”.

Siglos de tradición familiar han propiciado que la pareja como institución, nunca consiga suficiente fortaleza y estabilidad entre los venezolanos. Así, el eje de la estructura familiar es, y muy seguramente, seguirá siendo la madre, pues la virtual ausencia del padre no permite que sea de otra manera. El nexo que el hombre venezolano mantiene a lo largo de su vida es con su madre. El hombre venezolano siempre será hijo, mucho más que esposo o padre.

No es difícil comprender, entonces, que la Virgen sea un referente espiritual y religioso de fuerte arraigo en Venezuela, tal vez, el país mariano por excelencia en el continente. Todos veneran distintas advocaciones y para los venezolanos, Nuestra Señora de Coromoto –nombre que llevaba el Cacique de los indios Cospes, al cual se apareció- es la Patrona de Venezuela; pero cada región tiene su Virgen venerada, en cada una de ellas vive una tradición milagrosa y de fervor, de manifestaciones y gracias concedidas, de raíces culturales y devociones compartidas.

En Venezuela es el único país donde se escucha a las madres despedir cada día a sus hijos: “Que Dios te lleve y le Virgen te traiga”. Otra frase muy común se pronuncia cuando se espera que algo bueno: “Si Dios quiere y la Virgen”. Siempre se involucra a la Virgen en todo.

La Virgen de Coromoto es conocida también como “la Virgen del Agua”, ya que envía a bautizarse a los testigos de su aparición. Algunos hallazgos en recientes investigaciones extienden y afianzan la devoción.

Durante su restauración han estado involucrados, además de representantes de la Iglesia, el equipo de restauradores y respetados profesionales de diferentes disciplinas científicas como antropólogos, historiadores y médicos.

Ella es la única aparición reportada que ocurre a una familia completa, el Cacique Coromoto de la Tribu Los Cospes (*1), su mujer y su cuñada Isabel. Ocurrió en Guanare (*2), estado Portuguesa, hace 365 años.

En el proceso de restauración de la imagen-  que mide tan sólo 2 cms. de ancho x 2,5 cms. de alto-  han ocurrido varios eventos y se ha descubierto asuntos inéditos. Todo ha estado permanentemente documentado mediante filmaciones, autorizado por la jerarquía de la Iglesia venezolana y bajo conocimiento de la Santa Sede.

Estos testimonios figuran entre los más sorprendentes:
– El relicario estaba sellado y los restauradores no podían abrirlo. De repente, se abrió sólo.

 – La imagen, además de manchada y muy deteriorada, se encontraba pegada al vidrio del relicario que la contenía. Sin manipularla ni aplicar químicos, comenzó a desprenderse sola.

– Al medir el ph del soporte y contenedor, encontraron acidez. Todo estaba contaminado, excepto la imagen, que se mantiene con un ph neutro.

– La primera etapa de restauración  se previó completarla en 3 a 7 semanas. Sin explicación científica posible, comenzó a auto-restaurarse -las partes faltantes se fueron completando- en 6 días. El proceso de auto-restauración ha continuado, mostrando nuevos hallazgos cada vez que se expone a microscopios de alta resolución.

La tinta que define la imagen no está adherida al papel, es decir, no lo penetra, sino que flota sobre él (coincidiendo con el hallazgo en la tilma de la Virgen de Guadalupe).