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El misterio de la escalera de San José

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La escalera de caracol tiene 33 escalones y se balancea como un resorte cuya construcción es atribuida, según una antigua devoción popular, a San José, el esposo de la Virgen María.

El origen

En el año 1852, siete hermanas misioneras viajaron a Nuevo México y le pidieron al Obispo que les diera permiso para fundar un nuevo Convento dedicado a la educación de niñas. El Obispo vio con agrado dicha petición y las hermanas misioneras se establecieron en dicha diócesis.

20 años después, y viendo los numerosos frutos que producía el trabajo de las hermanas, el Obispo les sugirió que construyeran una Capilla bajo la advocación de Nuestra Señora de la luz.


Capilla de Loreto

La Capilla ya estaba casi terminada cuando el arquitecto encargado de la obra falleció quedando pendiente la construcción de la escalera que conectaría al coro de la Capilla. Pero había un problema: ¡el arquitecto nunca dejó planos para dicha escalera! Evidentemente esto preocupaba mucho al Obispo, a las misioneras y, sobretodo, a las hermanitas del coro.

La construcción de la escalera

Este hizo que las hermanas ofrecieran una novena a San José pidiendo su intercesión para resolver el problema. El último día de la novena un señor montado en un borrico se acercó a la Capilla y se ofreció a construir una escalera con la única condición de que nunca revelaría su nombre. La madre superiora aceptó la oferta pues entendió que se trataba de una respuesta divina a sus oraciones.

Cuando la escalera fue terminada el carpintero desapareció sin cobrar nada por su trabajo. Por esa razón los fieles de dicha región dedujeron que se trataba de un milagro y que el carpintero era San José, a quien las hermanas pedían durante la novena.

Una escalera muy peculiar

La escalera atribuida a San José no solo es misteriosa por su constructor. En ella se empleó madera que no existe en los Estados Unidos… ¡Es madera de Medio Oriente!. Algunos aseguran que se trata de abeto (un árbol muy común en Navidad) pero de una variedad muy extraña que es imposible de encontrar en esa zona.

Además, esta escalera en forma de caracol da dos vueltas de 360 grados sin ningún apoyo en el centro. A pesar de la complejidad de su construcción esta no utiliza clavos; los trozos curvados de madera encajan a la perfección como un gran rompecabezas. ]Es inexplicable que un solo hombre haya podido armarla en el año 1878.

Los 33 escalones tampoco están clavados. Por tal subir por ellos hay cierta sensación de elasticidad.

La Iglesia Católica no tiene una postura oficial (ni a favor ni en contra) sobre el milagroso origen de la escalera, pero la piedad popular así lo sigue creyendo.