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Cuando das sin esperar...

generosidad

¡Tenemos un papel importante para los demás!
Un pequeño acto de generosidad, como querer arrancar una sonrisa a un ser querido, dar una alegría a un extraño, no cuesta nada. Sonreír a quién te encuentres, dar un cumplido a un amigo, mirar a los ojos a quien nos habla, decir “hasta luego” y “que tenga un buen día”, son pequeños actos de caridad que pueden cambiar el día a alguien.

No existen tareas demasiado pequeñas
A veces tenemos la tentación de querer hacer cosas grandes, sin darnos cuenta de que las pequeñas y sencillas también pueden tener un gran impacto. Y, mejor, porque no tendrán el brillo que podrían lograr las primeras, y quizás no haya quien las aplauda. Pero, así, el que las aplaude será Dios, como escribió el autor de “Mi Cristo roto”.

Caridad también para nosotros
Humildad, al no pretender grandes acciones, sino apenas ayudar a levantar los papeles que volaron a un desconocido. Paciencia, al escuchar la misma historia que sabemos que al vecino le encanta contar. Generosidad, al dar sin contar, como el tendero del video.  

Excederse en generosidad
En realidad, no creo que se pueda llegar a ser demasiado generoso. Pero mirando el video, me quedé pensando en que el tendero no solo recibió los juguetitos de la niña, sino que además tuvo el gesto de darle “cambio”. Quizás no significa nada, pero para la pequeña habrá significado un “oh, ¡le estoy dando mucho!”, ¡y qué importante la habrá hecho sentir cuando pudo entregar su regalo a la mamá!

Quizás,podamos plantearnos cómo podemos “excedernos” en la generosidad. Si hay alguna manera de que, al hacer un favor al otro, podemos hacerlo sin que este note que se lo estamos haciendo. Después de todo, Él, que ve en lo secreto, será quien nos lo recompensará. Como dice la famosa canción de Gloria Stephan "Más Allá": " Cuando das sin esperar, cuando quieres de verdad, cuando brindas perdón en lugar de rencor, hay paz en tu corazón".