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Estancia de San Pablo en España

Detalle de la obra "San Pedro y San Pablo" de Pablo Rabiella (siglo XVI). Museo de Zaragoza

Atendiendo más bien a las creencias relacionadas con Santiago, los historiadores españoles no han dado la debida importancia a este hecho. Sin embargo, Gaspar Sánchez y Morales, Flórez y otros escritores más recientes, han tratado de reivindicar esta gloria para España. En nuestros días, lo admiten generalmente los mejores críticos nacionales y extranjeros.
Los argumentos en que se apoya son brevemente los siguientes:
El propósito del mismo Pablo, quien lo anuncia expresamente en la Epístola de los Romanos, escrita desde Corinto el año 58. San Clemente Romano, quien hacia el año 90, en su carta a los corintios afirma expresamente su venida a España. El Fragmento muratoriano supone que en su tiempo (fines del siglo II) era opinión común. Los libros Actus Petri cum Simone y Hechos de Pedro y Pablo lo afirman expresamente.
Pero sí moralmente es cierta la venida de San Pablo a España, apenas se puede decir nada sobre su predicación. Lo más probable es que aportara a Tarragona, donde se conservan tradiciones sobre este hecho.

Predicación de Santiago el Mayor

Pero lo que más hondamente ha penetrado en el pueblo español son las tradiciones relacionadas con Santiago. La primera es el hecho mismo de su predicación en la Península. Desde tiempo inmemorial existía esta tradición. Pero ya en el siglo XIII se puso en duda, y sobre todo desde los siglos XVI y XVII.

Argumentos contra la predicación de
Santiago en España

1º. Imposibilidad cronológica. Según los Hechos (Act., 12, 2) Santiago fue decapitado en Jerusalén el año 42 ó 43. Por otra parte, según antigua tradición, los Apóstoles no se dispersaron hasta el año 42.
2º. El testimonio implícito de San Pablo. En efecto, San Pablo afirma su propósito de venir a España, y en la misma carta dice que él tiene por norma predicar donde todavía no es conocido el Evangelio.

3º. El silencio de los escritores españoles y extranjeros. En efecto, hasta fines del siglo VII, ninguno de los escritores españoles atestigua esta tradición. Ni Prudencio en sus Himnos, ni Orosio en su Historia, ni San Isidoro, San Braulio y San Ildefonso. A este silencio de los antiguos escritores responden los defensores de la tradición que se han perdido o fueron quemados muchos documentos antiguos. Por otra parte, tampoco dicen nada de la venida de San Pablo, que es cierta.

Argumentos en favor de la predicación de
Santiago en España

2. El Catálogo apostólico, que se debió componer en el siglo VII, lo afirma expresamente. Desde el siglo VIII existe una cadena ininterrumpida de testimonios: la Misa mozárabe, Beda el Venerable, San Beato de Liébana y otros.

La Virgen del Pilar de Zaragoza

La segunda tradición relacionada con Santiago afirma que, viviendo todavía la Santísima Virgen, se apareció a Santiago en Zaragoza, y como prenda de su futura protección, le dejó la columna. Esta tradición o creencia es impugnada por muchos, si bien es verdad que otros muchos la defienden.

El argumento principal
contra esta tradición

Es el negativo. Efectivamente, no dicen nada sobre este hecho los escritores antiguos, ni encontramos expresada la tradición de un modo claro hasta el siglo XIII. En este mismo sentido negativo se urge el hecho de que el primer documento en que se expresa claramente la aparición y el título del Pilar se presenta de repente con multitud de pormenores, y en un estilo tal, que parece un escrito amañado expresamente. Esta carencia de documentos antiguos la explican los defensores de la tradición por haber sido requisados y quemados varias veces los escritos y documentos cristianos.

Compendio de Historia de la Iglesia Católica
Bernardino Llorca, S.J.